viernes, 13 de noviembre de 2015

Aparece la fachada original de la Catedral de Ávila, con almenas


Hay que imaginar la granítica fachada occidental de la Catedral de Ávila con almenas puesto que así era en origen, con un carácter claramente defensivo, como se ha descubierto ahora frente a la que conocemos.


El hallazgo se ha logrado al examinar el hueco de acceso a la terraza de la fachada. El aspecto defensivo de la primera portada es evidente, como el de otras muchas parte de la catedral, como el de la girola inserta en la muralla.

Debajo del hueco de acceso y entrando desde la terraza que da al interior del templo se encuentra un habitáculo, a modo de una estrecha habitación alargada de 7,5 metros de largo por metro y medio de ancho, a unos tres metros de profundidad de la bóveda y a 12 metros de altura. A un lado se encuentra un muro, sobre el que se encuentra la fachada actual, del siglo XVIII, y al otro, el lienzo hallado ahora, lo que en su día fue la fachada original: siete merlones y seis almenas.

"Nadie tenía conocimiento de la existencia de este espacio", o al menos "nadie lo había contado nunca", ha expresado Zoa Escudero, la arqueóloga de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.

Entre torres

Según los estudios realizados hasta ahora, tiene "más de siete metros de longitud y se enrasa perfectamente con las torres de la fachada, en sus extremos se apoyaron sendos muros de mampostería que atan la tercera portada añadida del siglo XVIII, creando un recinto de apenas metro y medio de anchura".

En el espacio del habitáculo apenas hay lugar para contemplar con perspectiva el lienzo encontrado.

Las almenas están construidas "con una mezcla de ladrillo y piedra con un sólido mortero, y se encuentran recubiertas íntegramente por un enlucido blanco pintado con un tosco despiece de sillares de color rojo". "Son el remate de un muro de piedras graníticas, que también conserva el enlucido en rojo", y "de forma alterna, tres de los merlones muestran una delgada saetera rodeada por la misma decoración lineal".

Lo descubierto muestra una serie de añadidos y reformas, "posiblemente acometidas por Juan Guas" para remodelar esta zona en el siglo XV.

"Así, estaríamos ante la construcción original de la fachada tardo-románica", que primero fue reforma en el XV , y luego definitivamente cubierta y amortizada en el siglo XVIII, con la intervención de Ceferino Enríquez. Éste no demolió lo existente, sino que se limitó a modificar el suelo y cegó todos los vanos de las almenas y saeteras para reforzar la pared e instalar por encima una bóveda transversal de medio punto, que hoy es la cubierta al habitáculo.


Tres fachadas

La primera portada ahora hallada se construyó a la vez que se levantaron las torres, en el siglo XIII. Luego fue trasladada a la fachada norte -sin las almenas- en el XV cuando Juan Guas levanta una nueva, luego sustituida por la del siglo XVIII.

Esa última intervención es atribuida a Ceferino Enríquez de la Serna, quien en 1779 sometió a "un intenso proceso de reforma el trabajo de su antecesor, dejándolo prácticamente oculto", según ha señalado la arqueóloga.

Precisamente, uno de los objetivos de la actual intervención era arrojar luz sobre la evolución histórica de la fachada ya que, por un lado, se han recuperado buena parte de los trazos originales de Juan Guas, además de conocer la existencia de la portada original.







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