[Este post participa en el VII Carnaval de Geología alojado por ZFT News]
Ciertamente, ir a la playa no se encuentra entre mis actividades favoritas. Eso de meterse debajo de una sombrilla en un ambiente tórrido con alta concentración de sales no me parece la mejor forma de pasar el tiempo libre.
Sin embargo, otra forma de ir a la playa es posible. Resulta que, en ocasiones, junto al mar hay buenos afloramientos que guardan la promesa de un buen rato de diversión y además nos permiten aprender algo acerca de la historia local. Supongo que al resto de gente se le hará raro ver a un tipo recorriendo la playa a cierta distancia del mar, de espaldas al mismo, que mira las rocas y, de tanto en tanto, se agacha a recoger piedras del suelo o guarda algo de arena en una bolsita.
El caso es que en esta playa podemos observar multitud de estructuras, materiales e incluso fósiles que nos hablan acerca de los cambios de todo tipo que se han sucedido para dar lugar a la playa que ahora pisamos. En fin, una explosión de sabor geológico. ¿Habéis repasado ya la historia de La Isleta? ¿Sí? Pues comencemos nuestro recorrido.
Vista del Confital. El edificio volcánico del fondo es la Cruz del Confital. Al pie del mismo la rasa elaborada por el mar a costa del volcán |
La playa del Confital tiene poca arena y ésta se encuentra en el contexto de una rasa costera elaborada por el mar en momentos de nivel más alto, a costa del volcán. Esa plataforma está elaborada sobre una sucesión volcanoclástica que ahora constituye una toba hialoclastítica depositada en varias fases durante la primera fase de crecimiento de la Isleta. Es la misma que ya vimos en la base de La Puntilla, sólo que aquí presenta un aspecto menos vítreo y más detrítico, si se puede decir así. Entre otras cosas, presenta estructuras más evidentes, es más heterogénea en cuanto a tamaño de clastos y, además, contiene intercalaciones con fósiles.
Materiales epiclásticos finamente laminados |
Estos materiales han sido retrabajados por el mar, como evidencia la presencia de secuencias de sets de estratificación cruzada. Estos que os muestro parecen hummocks asociados habitualmente al oleaje de tormenta.
En algunos puntos hay estructuras tan llamativas como estos hummocks |
El famoso confite, un alga rodoficea |
Un análisis más detallado nos obliga a descartar esta hipótesis. La arena que forma la matriz contiene fósiles, lo que nos indica que el origen de estos canales es submarino. También vemos que, en algún punto, estos barrancos presentan una relación de continuidad lateral con las coladas de lava basaníticas que forman el siguiente nivel estratigráfico en este punto (véase la imagen anterior). Parece como si los cauces se hubiesen rellenado a partir de materiales procedentes de la interacción de la lava y el agua del mar, al fluir aquélla por un canal anegado. El resto del flujo, al encontrarse a una cota superior, no llegó a interaccionar con el agua del mar. Esto es patente en algunos casos en los que en la matriz hay repartidos fragmentos de roca, irregulares mezclados con arena y fragmentos de conchas de bivalvos. En estos casos los clastos tienen una estructura característica y están inmersos en una matriz hialoclastítica. Un ejemplo:
En otros casos no parece haberse producido esta interacción, y los cantos basaníticos están mejor rodados, sin presentar vidrio ni esa textura expuesta anteriormente. Aquí parece que el relleno de los canales se halla producido posteriormente con los productos de la erosión de las coladas. Al observar con la lupa los clastos vemos que entre una pasta de grano fino destacan unos cristales rojizos que podrían ser algún feldespato alcalino. (En la memoria del IGME se habla de fenocristales de olivino en ocasiones enrojecidos por la alteración a iddingsita, pero estos no me lo parecieron).
Vista de la basanita a través de la lupa x10. Se distinguen lo que parecen feldespatos alcalinos en una matriz afanítica |
Bivalvos en posición de vida en la arenisca volcánica |
Un dique. En primer término se aprecia muy bien la disyunción prismática perpendicular al plano del dique |
En la propia playa encontramos uno de estos sistemas de diques, en los cuales podemos apreciar interesantes detalles, como por ejemplo una disyunción prismática desarrollada de forma perpendicular a las paredes del dique (bien visible en la imagen anterior). O el contacto neto entre el encajante y el propio dique, apareciendo el primero alterado por el calor y la interacción química con el magma. Y por último, al acercarnos, una estructura vacuolar con aspecto de haber sido generada por el gas contenido en el propio magma ahora rellena por otros minerales, posiblemente calcita, zeolita o ambas
Textura amigdalar rellenas de calcita, zeolita o quizá ambas |
Si continuamos nuestro paseo hacia el norte descubriremos más momentos de la construcción de La Isleta, capturados en la forma de fotografías en roca. En los acantilados de la Punta del Confital vemos nuevamente qué es lo que ocurre cuando la lava incandescente interactúa con el agua del mar o con la arena húmeda de la costa. La masa incandescente se enfría de forma explosiva, se solidifica y revienta en fragmentos que se mezclan con la arena. Esto ocurre con la capa inferior de lava. El resto de la masa se solidifica sin entrar en contacto con el agua y forma una capa superior que contrasta claramente con la infrayacente. Se trata de las famosas pillow lavas o lavas almohadilladas.
Transición entre las epiclastitas de base, las lavas almohadilladas y, por encima, las lavas subaéreas |
Acerquémonos un poco más y podremos ver un detalle de los pillows y su contraste con la toba hialoclastítica inferior :
En otros puntos ha precipitado algún mineral que rellena las grietas en la masa lávica. ¿De nuevo calcita o zeolita?
Y otro detalle |
Al fondo la secuencia comentada que contiene las lavas almohadilladas. En primer término, a la izquierda, el estrato masivo con fósiles |
Gran acumulación de gasterópodos terrestres. A la derecha se aprecia lo que podría ser un pillow, con fracturas rellenas de vidrio |
Las coladas entre la Punta del Confital y el acantilado de los Albarderos sirven de base al edificio de Las Coloradas, formado en el mismo ciclo eruptivo que El Confital. En su momento es posible que formasen una calzada con una disyunción prismática bastante llamativa, pero ahora están muy alterados y lo que se ve es una disyunción más bien esferoidal.
Y aquí mismo podemos ver cómo el mar continúa su batalla contra la isla, una batalla que indefectiblemente acabará por ganar. Desde la punta del Confital hay una vista extraordinaria de la bahía y del edificio perfectamente cónico de la montaña de Gáldar:La bahía del Confital. Al fondo destaca la forma cónica de la montaña de Gáldar |
La montaña Colorada. Fijaos en las capas que forman el edificio |
Por último, y ya de vuelta, comprobamos de nuevo lo similares que son estas formaciones epiclásticas a formaciones sedimentarias equivalentes. Se encuentran a caballo entre las rocas volcánicas (por su origen) y las rocas sedimentarias (por su destino, podríamos decir). Fijaos en como destaca este conglomerado marino sobre la ‘arenisca’ inferior. Los clastos están muy redondeados y la textura es matrizsoportada. Esa matriz contiene también fósiles (gasterópodos, bivalvos y de nuevo el famoso confite).
Conglomerado marino sobre arenisca volcánica. La capa superior contiene fósiles marinos, entre ellos, confite. |
Y esto es todo. Como siempre, es una pena tener que ejercer de ‘cenicienta de la geología’, apurando unas horas antes de la puesta de sol para ver lo máximo posible de un lugar al que no se sabe si va a regresar (aunque en este caso yo tuve la oportunidad de volver).
Y naturalmente, como aquí yo juego ‘fuera de casa’, agradeceré cualquier comentario que amplíe, complemente o rectifique mis apreciaciones sobre este fantástico lugar.
Referencias:[1] Mapa geológico de España a escala 1:25.000. 2ª serie. IGME. Hoja 1101 I-II Las Palmas
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