lunes, 17 de noviembre de 2014

La playa del Confital (Gran Canaria). Un paseo extraordinario

[Este post participa en el VII Carnaval de Geología alojado por  ZFT News]

Ciertamente, ir a la playa no se encuentra entre mis actividades favoritas. Eso de meterse debajo de una sombrilla en un ambiente tórrido con alta concentración de sales no me parece la mejor forma de pasar el tiempo libre.

Sin embargo, otra forma de ir a la playa es posible. Resulta que, en ocasiones, junto al mar hay buenos afloramientos que guardan la promesa de un buen rato de diversión y además nos permiten aprender algo acerca de la historia local. Supongo que al resto de gente se le hará raro ver a un tipo recorriendo la playa a cierta distancia del mar, de espaldas al mismo, que  mira las rocas y, de tanto en tanto, se agacha a recoger piedras del suelo o guarda algo de arena en una bolsita.

Pues bien, uno de esos lugares es la playa del Confital, en Las Palmas de Gran Canaria. Ya tuvimos ocasión de conocer la península de la Isleta, al norte de la ciudad. Repasamos su origen volcánico y evolución reciente. Pues bien, en el límite occidental de esta península, se extiende el Confital. Es fácil llegar allí, sin más que seguir el paseo junto al mar desde el final de la playa de Las Canteras, dejando atrás La Puntilla y continuando por recientemente acondicionado acceso. Según parece, el Confital había sufrido un deterioro importante con el tiempo, llegando a convertirse en una zona degradada, vertedero de escombros y con multitud de construcciones irregulares. Todo eso ha cambiado recientemente con la discutida intervención para regenerar este espacio. Y yo tuve la suerte de volver a visitar este lugar tras abandonarlo poco menos de dos meses antes a causa de la alerta roja por temporal decretada y de la que ya hablamos entonces.

El caso es que en esta playa podemos observar multitud de estructuras, materiales e incluso fósiles que nos hablan acerca de los cambios de todo tipo que se han sucedido para dar lugar a la playa que ahora pisamos. En fin, una explosión de sabor geológico. ¿Habéis repasado ya la historia de La Isleta? ¿Sí? Pues comencemos nuestro recorrido.

El Confital
Vista del Confital. El edificio volcánico del fondo es la Cruz del Confital. Al pie del mismo la rasa elaborada por el mar a costa del volcán
Lo primero que hemos de recordar es que la playa se encuentra al pie de uno de los volcanes que dieron origen a la península. Se trata del edificio de la Cruz del Confital, muy afectado por la erosión. De hecho, todo su flanco occidental (el que da al mar) ha desaparecido. Ya vimos que la Isleta se ha formado por la superposición de materiales expulsados en sucesivos episodios volcánicos separados por episodios de calma y erosión. Como no puede ser de otra manera, estos volcanes han mantenido (y mantienen) una relación estrecha con el mar del que surgen. El mar se combina con la lava o materiales piroclásticos para generar diversas estructuras, y posteriormente, los erosiona hasta que deja al descubierto su interior y, eventualmente, los destruye por completo.

La playa del Confital tiene poca arena y ésta se encuentra en el contexto de una rasa costera elaborada por el mar en momentos de nivel más alto, a costa del volcán. Esa plataforma está elaborada sobre una sucesión volcanoclástica que ahora constituye una toba hialoclastítica depositada en varias fases durante la primera fase de crecimiento de la Isleta. Es la misma que ya vimos en la base de La Puntilla, sólo que aquí presenta un aspecto menos vítreo y más detrítico, si se puede decir así. Entre otras cosas, presenta estructuras más evidentes, es más heterogénea en cuanto a tamaño de clastos y, además, contiene intercalaciones con fósiles.

Rasa
Materiales epiclásticos finamente laminados

Estos materiales han sido retrabajados por el mar, como evidencia la presencia de secuencias de sets de estratificación cruzada. Estos que os muestro parecen hummocks asociados habitualmente al oleaje de tormenta.

Hummocks
En algunos puntos hay estructuras tan llamativas como estos hummocks
Uno de los fósiles que aparecen englobados en la toba son los restos de algas rodofíceas conocidos localmente como ‘confite’, hecho que da nombre a la playa por su abundancia en esta zona.

Confite
El famoso confite, un alga rodoficea
Hay otra característica morfológica que llama poderosamente la atención, especialmente en el extremo suroccidental de la playa. Se trata de estructuras canaliformes de base cóncava que cortan netamente a través de la formación anterior. A primera vista parecen barrancos con un relleno conglomerático matrizsoportado. Los clastos están pobremente seleccionados y van de redondeados a angulosos. Algunos de ellos, a causa de su mayor resistencia a la erosión, destacan ahora como un relieve positivo. ¿Se trata de estructuras generadas tras la emersión de los materiales anteriores?

Canales
Estructuras canaliformes rellenas por un conglomerado de clastos lávicos y matriz arenosa. En algunos puntos (como el señalado por la flecha del fondo a la derecha) se aprecia la relación de continuidad entre la colada lávica y el relleno del canal
Un análisis más detallado nos obliga a descartar esta hipótesis. La arena que forma la matriz contiene fósiles, lo que nos indica que el origen de estos canales es submarino. También vemos que, en algún punto, estos barrancos presentan una relación de continuidad lateral con las coladas de lava basaníticas que forman el siguiente nivel estratigráfico en este punto (véase la imagen anterior). Parece como si los cauces se hubiesen rellenado a partir de materiales procedentes de la interacción de la lava y el agua del mar, al fluir aquélla por un canal anegado. El resto del flujo, al encontrarse a una cota superior, no llegó a interaccionar con el agua del mar. Esto es patente en algunos casos en los que en la matriz hay repartidos fragmentos de roca, irregulares mezclados con arena y fragmentos de conchas de bivalvos. En estos casos los clastos tienen una estructura característica y están inmersos en una matriz hialoclastítica. Un ejemplo:

Detalle conglomerado
Detalle que muestra la interacción entre la lava y la matriz. Da la impresión de que la lava se solidificó tras entrar en contacto con el sedimento húmedo, formando el tipo de roca conocido como peperita. También son muy notables los restos de bivalvos
En otros casos no parece haberse producido esta interacción, y los cantos basaníticos están mejor rodados, sin presentar vidrio ni esa textura expuesta anteriormente. Aquí parece que el relleno de los canales se halla producido posteriormente con los productos de la erosión de las coladas. Al observar con la lupa los clastos vemos que entre una pasta de grano fino destacan unos cristales rojizos que podrían ser algún feldespato alcalino. (En la memoria del IGME se habla de fenocristales de olivino en ocasiones enrojecidos por la alteración a iddingsita, pero estos no me lo parecieron).

Nefelina
Vista de la basanita a través de la lupa x10. Se distinguen lo que parecen feldespatos alcalinos en una matriz afanítica
Y aún podemos encontrar más detalles que nos trasladan a distintos momentos de la historia de la Isleta. Y es que no todo es lava, fuego y destrucción. Entre erupciones hubo momentos de calma en los cuales la vida prosperaba en este entorno ‘en construcción’. ¿Y puede haber algo que transmita mayor sensación de quietud que encontrar bivalvos en posición de vida? Hacia la mitad de la playa podemos encontrar esta escena familiar:

Bivalvos
Bivalvos en posición de vida en la arenisca volcánica
Pero la calma no dura siempre. En el siguiente ciclo eruptivo estos materiales volcanoclásticos convertidos en antiguos fondos marinos fueron intruidos por los diques que transportaban el magma hasta la superficie del nuevo edificio volcánico, posiblemente el que constituye la Cruz del Confital. Estos diques han quedado al descubierto por la acción de la erosión marina que ha elaborado la rasa costera.

Disyunción
Un dique. En primer término se aprecia muy bien la disyunción prismática perpendicular al plano del dique

En la propia playa encontramos uno de estos sistemas de diques, en los cuales podemos apreciar interesantes detalles, como por ejemplo una disyunción prismática desarrollada de forma perpendicular a las paredes del dique (bien visible en la imagen anterior). O el contacto neto entre el encajante y el propio dique, apareciendo el primero alterado por el calor y la interacción química con el magma. Y por último, al acercarnos, una estructura vacuolar con aspecto de haber sido generada por el gas contenido en el propio magma ahora rellena por otros minerales, posiblemente calcita, zeolita o ambas

Vacuolas
Textura amigdalar rellenas de calcita, zeolita o quizá ambas

Si continuamos nuestro paseo hacia el norte descubriremos más momentos de la construcción de La Isleta, capturados en la forma de fotografías en roca. En los acantilados de la Punta del Confital vemos nuevamente qué es lo que ocurre cuando la lava incandescente interactúa con el agua del mar o con la arena húmeda de la costa. La masa incandescente se enfría de forma explosiva, se solidifica y revienta en fragmentos que se mezclan con la arena. Esto ocurre con la capa inferior de lava. El resto de la masa se solidifica sin entrar en contacto con el agua y forma una capa superior que contrasta claramente con la infrayacente. Se trata de las famosas pillow lavas o lavas almohadilladas.

Hialoclastitas
Transición entre las epiclastitas de base, las lavas almohadilladas y, por encima, las lavas subaéreas

Acerquémonos un poco más y podremos ver un detalle de los pillows y su contraste con la toba hialoclastítica inferior :

Detalle hialoclastitas
Un detalle de la interacción entre la lava y el sedimento infrayacente

En otros puntos ha precipitado algún mineral que rellena las grietas en la masa lávica.  ¿De nuevo calcita o zeolita?

Hialoclastita
Y otro detalle
Y si miramos un poco más por los alrededores de la punta del Confital descubrimos otros vestigios de tiempos y habitantes pasados. Y es que, si bien la toba de la base de las lavas almohadilladas que vimos antes presentaba una laminación paralela muy clara (y tenía pinta de tratarse del resultado del retrabajamiento por el mar) en otros puntos próximos eso no es así. Aparece, concretamente, un estrato conglomerático rojizo con un aspecto caótico en el que destacan clastos lávicos centimétricos y multitud de fósiles, tanto marinos como terrestres, estos últimos representados por gasterópodos.

Conglomerado
Al fondo la secuencia comentada que contiene las lavas almohadilladas. En primer término, a la izquierda, el estrato masivo con fósiles
Gran acumulación de gasterópodos terrestres. A la derecha se aprecia lo que podría ser un pillow, con fracturas rellenas de vidrio
La proximidad entre un tipo de estructura y otra podría ser evidencia del relieve previo existente sobre el que fluyó la lava. En este caso, eso significa que la línea de costa estaba aquí mismo, un nuevo ejemplo de análogos adyacentes (salvo porque ahora no hay ninguna erupción en curso, claro).

Las coladas entre la Punta del Confital y el acantilado de los Albarderos sirven de base al edificio de Las Coloradas, formado en el mismo ciclo eruptivo que El Confital. En su momento es posible que formasen una calzada con una disyunción prismática bastante llamativa, pero ahora están muy alterados y lo que se ve es una disyunción más bien esferoidal.

Disyunción prismática y esferoidal
Alteración esferoidal en las basanitas de la punta del Confital
Y aquí mismo podemos ver cómo el mar continúa su batalla contra la isla, una batalla que indefectiblemente acabará por ganar. Desde la punta del Confital hay una vista extraordinaria de la bahía y del edificio perfectamente cónico de la montaña de Gáldar:

Punta de El Confital
La bahía del Confital. Al fondo destaca la forma cónica de la montaña de Gáldar 
El perímetro de la Montaña Colorada está excavado por un barranco, lo que permite apreciar las distintas capas de piroclastos que lo forman y su inclinación hacia el exterior. La fuerte oxidación del abundante hierro es la responsable de la coloración que da nombre al lugar.

Las Coloradas
La montaña Colorada. Fijaos en las capas que forman el edificio

Por último, y ya de vuelta, comprobamos de nuevo lo similares que son estas formaciones epiclásticas a formaciones sedimentarias equivalentes. Se encuentran a caballo entre las rocas volcánicas (por su origen) y las rocas sedimentarias (por su destino, podríamos decir). Fijaos en como destaca este conglomerado marino sobre la ‘arenisca’ inferior. Los clastos están muy redondeados y la textura es matrizsoportada. Esa matriz contiene también fósiles (gasterópodos, bivalvos y de nuevo el famoso confite). 

Epiclásticas
Conglomerado marino sobre arenisca volcánica. La capa superior contiene fósiles marinos, entre ellos, confite.

Y esto es todo. Como siempre, es una pena tener que ejercer de ‘cenicienta de la geología’, apurando unas horas antes de la puesta de sol para ver lo máximo posible de un lugar al que no se sabe si va a regresar (aunque en este caso yo tuve la oportunidad de volver).

Y naturalmente, como aquí yo juego ‘fuera de casa’, agradeceré cualquier comentario que amplíe, complemente o rectifique mis apreciaciones sobre este fantástico lugar.

Referencias:
[1] Mapa geológico de España a escala 1:25.000. 2ª serie. IGME. Hoja 1101 I-II Las Palmas


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