El Gobierno de Canarias ha encontrado una fórmula jurídica para garantizar que no se construirá en Maspalomas un hotel, como pretendía Riu, que supusiera un muro que robase la vista al Palmeral. Pese a no aprobar la declaración de Bien de Interés Cultural de la zona promovida por el Cabildo de Gran Canaria -al considerarlo "inadecuado"-, el Ejecutivo opta por suspender el planeamiento en ese entorno -lo que deja en suspenso la licencia municipal que tenía Riu- y, de acuerdo con lo recogido en la legislación sobre el suelo, será el Ejecutivo quien ordene el planeamiento del lugar.
Los detalles del acuerdo adoptado los ha presentado en rueda de prensa el consejero autonómico Domingo Berriel, acompañado del portavoz del Ejecutivo, Martín Marrero.
El Gobierno entiende que el BIC adolecía de defectos jurídicos y que, pese al pronunciamiento favorable del Consejo de Patrimonio, no podía ser aprobado tal cual le fue remitido por el Cabildo.
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