jueves, 14 de agosto de 2014

Las Cuevas de Ajuy son una mina

Vecinos y empresarios de Hostelería de Ajuy no disimularon ayer su malestar ante el anuncio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Demarcación de Costas de Canarias, de autorizar la actividad de visitas guiadas en las cuevas a una empresa privada. La mayoría de los residentes piden al Cabildo Insular y al Auyuntamiento de Pájara que informen a sobre la privatización de este paraje único en la Isla, que recibe cada día cientos de turistas. La vecina Carmen Figueroa anuncia que no está en contra de que se cobre "pero que el dinero sea para un ente público".

Empresarios, vecinos, veraneantes y turistas que transitaban ayer por la localidad de Ajuy coinciden en que las Cuevas y senderos de Ajuy son un paraje único que se debe cuidar y proteger. "No me parece bien que se cobre para entrar en las cuevas, ni en visitas guiadas y menos por parte de una empresa que está denunciada. Creo que este sitio es de todos, ya se hizo mal hace años la segregación del pueblo y un listo quiere aprovecharse de las cuevas para lucrarse y ganar dinero fácil en un lugar que es público y de todos los vecinos", explicó Paco Figueroa, residente durante todo el año.

Unas cuevas que se han convertido en una mina de oro, dado que en la mañana de ayer pasearon por este espacio varios centenares de turistas. Los residentes de la localidad sureña reconocen que las cuevas están de moda, los turoperadores las incluyen en sus guías, y cada día el trasiego de gente es imparable y comen el tradicional pescado fresco en los restaurantes.

Los vecinos preguntan "cómo es posible que una empresa que está denunciada haya conseguido una licencia de Costas a dedo". "Veo algo raro y creo que tanto el alcalde como el Cabildo deben reunirse con los vecinos, posicionarse y si hay que explotarlo que sea de forma legal y con transparencia como en el resto de museos de Fuerteventura", sugiere Carmen.

Por otro lado, Jesús Quesada asegura que no hay precedente, ni un caso parecido en Canarias. "Estoy en contra, aquí se concede un permiso a una empresa y listo", añade.

"Están de moda, y los extranjeros han empezado a poner candados en el mirador de las cuevas como en el puente de París. Y basta para que se instale el cartel de prohibido mojones para que se llene todo el cantil" aseguró un maestro que veranea siempre en esta localidad marinera.

La autorización de Costas a la empresa Cuevas del Paraje Natural de Ajuy SL ha revolucionado a los residentes y veraneantes de la localidad. Algunos no se oponen al cobro e incluso apuestan por convertir este litoral en un centro de la Red de Museos del Cabildo Insular para evitar que se llene de basura pero con un precio razonable y transparencia, donde sean públicos los datos de visitantes diarios y recaudación.

Otros en cambio responden que debe ser el Ayuntamiento de Pájara el que se encargue de mantener limpias las grutas, senderos y la playa. "Resulta vergonzoso porque la arena y la playa está llena de basura y este pueblo carece de servicio de limpieza. Y somos los propios usuarios, residentes y marineros los que nos encargamos del mantenimiento de la zona", advierte un vecino que prefiere mantener el anonimato.

Los pescadores acostumbran a pasar de la primera cueva a la segunda para pescar. "Ahora se nos prohibirá el acceso porque hay que pagar para entrar y así se cargan una tradición", sentencia Felipe Figueroa, que también es residente de verano. Y añade que "a la empresa le han concedido el paso por unos metros de costa para cobrar un servicio de visitas guiadas pero los residentes tendremos derecho a entrar a pescar".

Y mientras la confusión se apodera de los residentes, los turistas se mantienen ajenos a la polémica. Desde Las Palmas llegaba ayer a disfrutar con toda la familia Carmen López Hernández. "Cuando hemos ido a ver las minas a Asturias hemos pagado, en Lanzarote igual, el problema es que aquí no hay mucho que ver. El precio tendrá que ser barato y deberán poner servicios", solicitó la grancanaria. Y añadió que "había suciedad y malos olores en el fondo de las cuevas".

Desde Tenerife viene con frecuencia Pascual Miguel Leando Lugo y cree que si se cobra la entrada las cuevas perderán su encanto. "Son muy bonitas porque están naturales y si se hacen obras no viene nadie", comentó.


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