Publicado por Marcelo Ferrando Castro
La caja de Pandora. Crédito: Wikimedia
Muchas veces hemos oído hablar sobre la caja de Pandora, pero no todo el mundo sabe mucho sobre la historia de esta misteriosa mujer. Según la mitología griega, fue la primera mujer, modelada a imagen y semejanza de los mortales por el dios del fuego, Hefesto, con la ayuda de Atenea.
Fue ordenada hacer por el dios de dioses, Zeus, para castigar a los humanos, dado que Prometeo había intentado robar el fuego divino para proporcionárselo a los hombres.
Cada uno de los dioses del Olimpo proporcionó a Pandora una cualidad diferente, haciendo que tuviese una gran belleza, persuasión, habilidad manual y gracia, aunque hubo algo que también se introdujo en ella, pero no por los dioses sino por Hermes, su mensajero e intérprete de la voluntad divina, quien dotaría a Pandora del don de la mentira.
El mito de Pandora comienza en el momento en el que Zeus le entrega una caja para que se la lleve a Epimeteo. Dentro de la caja se encontraban todos los males existentes y tenía la prohibición de abrirla bajo ninguna circunstancia.
Pandora tenía una gran curiosidad y finalmente no pudo resistir la tentación de abrir la caja y en ese momento todos los males se escaparon y se alojaron entre el género humano. Ante lo que sucedió, Pandora tuvo miedo y cerró la caja, pero solamente pudo dejar un elemento sin escapar, la esperanza, lo que hizo que los humanos no la recibieran.
De esta forma nace el mito y la expresión de abrir la caja de Pandora, representante máximo en la mitología de la perdición de la propia humanidad.
Otra de las leyendas revela que en la caja se encontraban muchos de los bienes de Zeus, y eran regalo para Epimeteo en el día de su boda, pero Pandora la abrió de manera imprudente y todos los bienes regresaron automáticamente al Olimpo.
Una tercera versión tiene como base el mismo argumento y donde Pandora, al darse cuenta de lo que había hecho se mostró muy arrepentida y quiso intentar arreglar el mal que había hecho y se dedicó a ir ofreciendo a todos los hombres, uno por uno, la posibilidad de que éstos contasen con la esperanza, lo único que le había quedado en su caja.
Como suele suceder en esta clase de leyendas, especialmente las mitológicas, el paso del tiempo hace que poco a poco se vayan cambiando algunos aspectos del argumento, pero en este caso el final es bastante parecido a muchas de sus versiones.
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