Algo se esconde detrás de las paredes oeste y norte de la tumba de Tutankamón, entre los áridos pliegues del Valle de los Reyes. Los primeros exámenes a los que el egiptólogo británico Nicholas Reeves ha sometido el diminuto enterramiento del faraón niño disparan las esperanzas de hallar la tumba de Nefertiti y confirmar una teoría que revoluciona desde hace semanas la arqueología egipcia.
Según el ministro de Antigüedades egipcio Mamduh el Damati, durante la primera jornada de la visita de Reeves se han detectado marcas y arañazos en ambos muros similares a las que fueron hallados en la puerta de entrada a la tumba de Tutankamón cuando Howard Carter la descubrió en 1922. "Esto indica que los muros oestes y norte de la tumba podrían ocultar dos cámaras funerarias", ha confesado El Damati al diario estatal Al Ahram.
Reeves aterrizó el pasado sábado en la tierra de los faraones para auscultar la tumba y probar su teoría. Las autoridades egipcias aprobaron el uso de radar, procedente de Japón, para verificar una hipótesis publicada el pasado agosto. "Mi hipótesis es que nos encontramos ante una tumba dentro de una tumba.El enterramiento de Tutankamón se habría realizado en la parte exterior de una sepultura que ya existía y que se habría adaptado para tal fin. De ser así, habría un segundo enterramiento en los lugares más recónditos de la tumba", apuntó el egiptólogo en una entrevista exclusiva a EL MUNDO.
La inquilina de ese segundo enterramiento sería Nefertiti (1370-1330 a.C.). Los resultados del radar tendrán que esperar. Según el ministro, serán divulgados el próximo 4 de noviembre coincidiendo con el aniversario del hallazgo de la tumba de Tutankamón, cuyo cierre al público fue anunciado hace una semana por tareas de restauración. Los primeros datos, no obstante, han llenado de esperanza al artífice de la teoría, que desde publicara sus cábalas ha tenido que plantar cara a una legión de escépticos.
"Después del primer examen de las paredes no podemos hacer nada más hasta que recibamos el visto bueno sobre el radar para confirmar los hallazgos", ha comentado el experto desde Luxor. Su misión de escudriñar el interior de la tumba se desarrolla con cierto hermetismo. Este martes Reeves, acompañado por el ministro y un comité científico, visitará tres tumbas pertenecientes a nobles de la época de Tutankamón con el propósito de examinar sus características y compararlas con la del monarca. A finales de semana las autoridades egipcias han convocado una rueda de prensa internacional para divulgar las pesquisas de un hallazgo que podría poner patas arriba la Egiptología.
Hasta ahora las autoridades locales habían apostado por la posibilidad de que la reina cuyo busto fijó nuestro canon de la belleza faraónica se hallara enterrada en Tell el Amarna, la ciudad fundada por Ajenatón a mitad de camino de Tebas y Menfis y dedicada al culto a Atón. "Estoy muy entusiasmado con este trabajo y estoy seguro de que algo se va a hallar detrás de esos dos controvertidos muros", ha confirmado el ministro, que mantiene intactas sus dudas sobre la identidad del inquilino de las estancias ocultas.
De hecho, El Damati se decanta por otra teoría: las cámaras que han permanecido hasta ahora lejos de la luz pública albergarían el descanso eterno de la reina Kiya, la segunda esposa de Ajenatón y madre de Tutankamón. A su juicio, su hijo llegó al trono cuando su madrastra Nefertiti ya había fallecido y sería su progenitora la que le acompañaría en su regreso al politeísmo. Tras la repentina muerte del faraón, los sacerdotes optarían por enterrarlo en la tumba preparada para Kiya antes de que expiraran los 70 días de rigor.
Reeves se aferra a su conjetura. "Ciertos rasgos estilísticos en la decoración de la pared norte, que dataría del enterramiento original y sería anterior a las pinturas del resto de muros, son una reminiscencia de Nefertiti", señaló a este diario. En los últimos meses buscó pruebas rastreando las fotografías en alta resolución tomadas por la organización Factum Arte que sirvieron para elaborar en su taller madrileño la réplica exacta de la tumba de Tutankamón, expuesta desde el pasado mayo en los aledaños de la casa de Howard Carter en Luxor.
A partir de las huellas localizadas en los muros, esbozó incluso un mapa con las zonas que habrían permanecido ocultas desde que Carter descubriera la sepultura. En principio, habría dos nuevas estancias: una cámara lateral debajo de la decorada pared oeste de la cámara funeraria y una prolongación de la tumba más allá del muro norte. En el primer caso, la puerta conduciría a un almacén contemporáneo al resto de lo ya hollado. En el segundo, el pasaje llevaría hasta la buscada cámara funeraria de Nefertiti. "Estoy bastante confiando en que un hallazgo muy importante tendrá lugar pronto dentro de la tumba de Tutankamón", concluyó.
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