jueves, 25 de junio de 2015

Encuentran una vasija de más de mil años en Mazo (La Palma)


Vasija prehispánica
Foto: CEDIDA

Publicado 22/06/2015 16:14:36CET

SANTA CRUZ DE LA PALMA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) - 

   Una vasija prehispánica, que podría tener algo más de mil años de antigüedad, ha sido descubierta de forma casual en la zona conocida como Morro Mojino, en el término municipal de Villa de Mazo, en la isla de La Palma, según ha anunciado el Cabildo.

   Los autores del hallazgo entregaron la vasija a la Escuela Insular de Artesanía, y ya se encuentra en poder del Servicio de Patrimonio Histórico, en el Museo Arqueológico Benahoarita, donde se procederá a su limpieza y restauración por un especialista en la materia.

   La vasija, según explicó la consejera María Victoria Hernández, apareció en una grieta de lo que podría ser el fondo de una covacha expuesta hacia el oeste, en un entorno montañoso, ya que allí se encuentran el Roque Niquiomo y las montañas de Las Toscas, Cordero, Los Quintos y El Estudiante. "Tras una primera inspección superficial, todo apunta a que nos encontramos ante un yacimiento arqueológico de gran valor ritual o social. Se conservan los restos de un gran muro de rocas colocadas verticalmente que pudo formar un círculo que ocupaba la parte superior del morro, desde el cual se domina una panorámica extraordinaria hacia el norte, este y oeste", indicó Hernández.

   La vasija está prácticamente entera, si bien su estado de conservación es bastante precario debido a la mala calidad del barro cocido y las raíces que se han adherido a la misma. Según el primer análisis del Servicio de Patrimonio Histórico, se trata de un cuenco de la fase IIId decorado con incisiones anchas que forman semicírculos concéntricos que recorren la mitad superior.

   La vasija presenta dos características que la convierten en única dentro de la etapa prehispánica palmera: por una parte, su borde tiene unas muescas semicirculares decoradas con pequeñas incisiones verticales y paralelas con un significado meramente decorativo o simbólico; y de otra parte, en el fondo de la vasija, que es la parte más deteriorada, se hicieron dos o tres círculos concéntricos que recuerdan a los de la fase II, que es mucho más antigua.

lunes, 15 de junio de 2015

El trabajo de una gran arqueóloga canaria

Bravo declara abierto al público el yacimiento de Arteara

Bravo declara abierto al público el yacimiento de Arteara

La Necrópolis prehispánica de Arteara ha abierto sus puertas como centro de explotación turística reglada, 35 años después de que la arqueóloga canaria Rosa Schlueter Caballero iniciara los primeros trabajos de investigación en este yacimiento, el de mayor extensión de toda España con sus 137.530 m2 y cerca de un millar de enterramientos.


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La inauguración fue oficiada por el presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, y el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez Sánchez, quienes destacaron la importancia de este enclave histórico para el proyecto de diversificación cultural y turística que está afrontando la Isla.

“Esta Necrópolis y su entorno son un punto de centralidad en el barranco de Fataga por su naturaleza, belleza paisajística y cultura canaria, y por fin se hace accesible como punto de referencia histórica para quienes quieran conocerlo”, apuntó el alcalde.

“Esta Necrópolis contribuye a reforzar la oferta cultural turística grancanaria y complementa la red insular de yacimientos arqueológicos existentes en la Isla, que es la más potente e importante de todo el Archipiélago. Todas las administraciones públicas tenemos que hacer el esfuerzo de conservar ese patrimonio y difundirlo”, agregó el Presidente del Cabildo tras agradecer el trabajo del Ayuntamiento en ese sentido.

En el acto también participaron los técnicos Valentín Barroso y Consuelo Marrero, responsables de la empresa Arqueocanarias a la que el pleno del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana adjudicó por unanimidad a principios de julio de este año la gestión, explotación y mantenimiento del centro de interpretación del área arqueológica de Arteara por un periodo de 4 años.

Un sueño

La apertura turística de la Necrópolis se hizo posible después de que el Cabildo de Gran Canaria, en octubre de 2012, cediera al Ayuntamiento la gestión de la propiedad de los terrenos del yacimiento, declarado desde 1973 como monumento histórico artístico de carácter nacional, y Bien de Interés Cultural desde junio de 1985 por la Ley de Patrimonio Histórico Español.

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Rosa Schlueter Caballero define esta apertura como “un sueño. Han sido 35 años empujando de este barco muchas veces sola. Ha sido duro, pero también muy satisfactorio porque siempre he estado acompañada por la gente hospitalaria de la zona, con los que conviví y gracias a los cuales hoy sabemos tanto de esta Necrópolis”.  A ella llegó a finales de agosto de 1979 con su carrera recién terminada, en una visita que realizó junto a la doctora Mari Cruz Jiménez Gómez, cuando regresaban de unas excavaciones que entonces realizan en La Aldea de San Nicolás.

“Este sitio me atrapó. Todavía me pregunto por qué he estado yo aquí tantos años trabajando. El enclave es mágico y maravilloso, y guarda unas energías espectaculares. Las luces de este barranco son espectaculares”, apunta Schlueter, quien destaca el poder de atracción que ejerce el área sobre todos sus visitantes. Entre ellos destacó a Germán Delibes y al que fuera director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, Jordi Pardo, que impactados por la belleza paisajística, orográfica y etnográfica del entorno plantearon la autosuficiencia y perfección del espacio para que no se ejerciera ninguna actuación sobre él.

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El yacimiento y Necrópolis de Arteara tiene inventariados alrededor de 800 enterramientos tumulares individuales y colectivos, y aún tiene una parte por encima de la carretera rural que conduce a Ayagaures que está sin levantamiento topográfico y se encuentra aún sin excavar. El enterramiento más antiguo data del siglo V antes de Cristo, y el más reciente del siglo XVIII. Este cementerio aborigen se caracteriza por el aprovechamiento del malpaís procedente de los desplomes masivos de las laderas de la montaña.

El centro de interpretación del yacimiento dispone de tres salas con paneles informativos, maquetas e información multimedia, que ocupan la antigua vivienda de los propietarios del lugar, el matrimonio formado por los primos Chano Vera y Pino Báez.

A partir de esta apertura, la zona arqueológica de Arteara permanecerá abierta al público todo el año, de martes a domingo, de diez de la mañana a cinco de la tarde de octubre a marzo, y hasta las seis de la tarde entre abril y septiembre. Sólo cerrará los lunes y los días 1, 5 y 6 de enero, 1 de mayo y 24, 25 y 31 de diciembre.

La entrada tendrá un precio general de 4 euros, y será de sólo 2 euros para los escolares, niños de entre 10 y 14 años, titulares del carné de estudiantes, mayores de 65 años y grupos de más de 10 personas. Esa entrada será gratuita para menores de 10 años, guías turísticos y grupos educativos del municipio con visita previamente concertada a través del teléfono 638.810.591 o de la web www.necropolisdearteara.com.

domingo, 14 de junio de 2015

Las momias del Museo Canario

Patrimonio funerario: las momias del Museo Canario

Patrimonio funerario: las momias del Museo Canario

Si hay algo que despierta nuestro interés son los misterios de pasado, especialmente cuando hacen referencia a nuestros ancestros. Por esa razón, los técnicos no cejan en su empeño de desentrañarlos. En la última conferencia del ciclo Gran Canaria al Descubierto, Teresa Delgado -conservadora del Museo Canario- nos despejaba algunas dudas sobre las momias de los fondos que posee el museo, aunque, como buena científica, también dejaba abiertas otras muchas cuestiones.

Curiosamente, la práctica totalidad de las momias que hoy figuran en la colección proceden de Acusa y Guayadeque, donde existían restos bien conservados, fáciles de encontrar por los investigadores del siglo XIX en sus exploraciones. Los datos arqueológicos disponibles en aquella época eran muy escasos, y se basaban sobretodo en la observación y en los registros históricos.

Momias del Museo Canario. Archivo FEDAC

Hoy en día, gracias a las nuevas técnicas, y en el marco de las nuevas corrientes historiográficas, los expertos se plantean varias cuestiones:

  • ¿De qué época son realmente las momias custodiadas en el Museo? ¿Proceden de la época de la conquista o son anteriores?
  • ¿Es real la diferencia social entre momificados y no momificados? ¿Podemos dividir la sociedad de los antiguos canarios de esta forma? ¿Cuáles eran las prácticas funerarias más extendidas?

Para responder a la primera cuestión, el museo puso en marcha un programa de investigación en 2011, que ha dado lugar a algunas sorpresas; por ejemplo, la datación obtenida para la momia inventariada con el número 8. Tradicionalmente este individuo había sido identificado, sin base científica alguna, con un personaje del momento de la conquista gran canaria, referenciado en diversas crónicas como Artemis o Artamy. Sin embargo, la datación realizada por el método del Carbono 14, nos indica que estamos ante un hombre que murió en alguna fecha situada entre los años 415 y 560 d. C., muy lejos pues de la conquista.

Momia. Inventario 8

Otras dataciones obtenidas:

  • Momia de Gran Canaria (Inv. 8): 415-560 d. C.
  • Momia de Guayadeque (Inv. 10): 575-655 d. C.
  • Momia de Acusa (Inv. 5): 670-775 d. C.
  • Necrópolis del Maipés de Agaete: siglos VIII-X
  • Necrópolis de Maspalomas: siglos siglos XI-XV
  • Necrópolis de Juan Primo: siglos XII-XV

Momia Reg 11 Foto Museo Canario

Respecto a la consideración de las diferencias sociales entre individuos momificados y no momificados, se mantiene la creencia de que las desigualdades sociales de los antiguos canarios se manifestaban en el tratamiento dado al cuerpo tras la muerte. Es probable que la preparación del cadáver, previa a su colocación en túmulos, cuevas, cistas o fosas, estuviera generalizada -es decir, el amortajamiento era una práctica extendida a la casi totalidad de la población-. Sin embargo, sería la complejidad de esa práctica (calidad de las materias primas y número de capas usadas) la que variaría en virtud de la posición social.

Detalle costura mortaja

Correas en mortaja de momia

Pero los expertos van más allá en sus investigaciones y se plantean estudiar el estado de salud y dental de los individuos, para comprobar si -efectivamente- presentan diferencias fisiológicas que confirmen su pertenencia a grupos sociales diferentes. Estos trabajos deparan aún más sorpresas: aunque los “momificados” tienen menos caries que los “no momificados”, el desgaste dental y la esperanza de vida parece prácticamente idéntica, lo que sugiere modos de vida muy similares.

En resumen, seguimos sin tener toda la información sobre cómo vivían y cómo morían nuestros ancestros… ¿Nuestra recomendación? ¡Visita el Museo! 

Fuentes:

  • www.elmuseocanario.com
  • Teresa Delgado Darias (conservadora)
  • Guía del Patrimonio Arqueológico del Cabildo de Gran Canaria