martes, 27 de octubre de 2015

Hallan la tumba de un guerrero micénico

Extraordinario descubrimiento: Arqueólogos hallan la tumba de un guerrero micénico y su tesoro en el Peloponeso

Arqueólogos estadounidenses encontraron la tumba de un guerrero de la época micénica y el gran tesoro que contenía en el suroeste del Peloponeso, anunció este lunes el ministerio griego de Cultura.

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Anillo de oro con una escena de taurocatapsia (saltos acrobáticos sobre un toro) que ha sido encontrado en la tumba

Fuente: lainformacion.com    26/10/2015
Fotos: Ministerio de Cultura de Grecia

El guerrero, que murió hace más de 3.500 años, era seguramente una personalidad de su época. Los arqueólogos encontraron sus restos en un ataúd en el palacio de Néstor, uno de los reyes de la mitológica guerra de Troya, precisó el ministerio en un comunicado.

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En el interior del féretro había joyas de oro, incluida una cadena adornada con perlas, una espada de bronce con puño de marfil y oro, vasos de plata y peines de marfil.

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Esa fortuna prehistórica, decorada al estilo minoico con figuras de divinidades y motivos florales y animales –toros, leones y águilas– “es la mayor que se encontró desde hace 65 años” en Grecia continental, aseguró el ministerio.

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Los arqueólogos contabilizaron más de 1.400 piezas, “cuya calidad demuestra la influencia minoica”, originaria de Creta, sobre la civilización micénica, que se extendió desde el Peloponeso hasta todo el Mediterráneo oriental durante el segundo milenio antes de la era cristiana, añade el comunicado.

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La tumba, de 2,4 metros de largo y 1,5 metros de ancho, fue hallada durante unas excavaciones iniciadas en mayo cerca de Pilos, en el emplazamiento del palacio de Néstor, construido entre 1.300 y 1.200 a.C. y cuyas ruinas se descubrieron en 1939.

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La virgen del velo de Giovanni Strazza






La Virgen con velo es una escultura realizada en mármol de Carrara y fue tallada en Roma por el escultor italiano Giovanni Strazza. Representa el busto de una Santísima Virgen María cubriendo su rostro con un delicado velo. La fecha exacta de finalización de la estatua se desconoce. 

La estatua fue transportada a Newfoundland en 1856, según lo registrado el 4 de diciembre en el diario del obispo John Thomas Mullock: 

"Se ha recibido de forma segura desde Roma, una hermosa estatua de la Santísima Virgen en mármol, de Strazza. La cara está cubierta, y la figura y la forma se aprecian perfectamente. Es una joya de arte perfecta." 

La Virgen con velo se mantuvo a continuación, en el Palacio Episcopal junto a la catedral católica de St. John hasta 1862, cuando el obispo Mullock lo presentó a la Madre María Magdalena O'Shaughnessy, el Superior del Convento de la Presentación. El busto desde entonces ha permanecido bajo el cuidado de hermanas de la Presentación, en Plaza de la Catedral, de San Juan. 

Nacionalismo italiano estaba instaurado a mitad del siglo XIX. La Virgen con velo de Strazza es un buen ejemplo del movimiento nacionalista del arte italiano llamado Risorgimento. La imagen de la mujer con velo estaba destinada a simbolizar Italia como Britannia simboliza a Inglaterra, Hibernia simboliza a Irlanda, y la Libertad simboliza a los Estados Unidos. Pietro Rossi y Monti Raffaelle fueron los contemporáneos italianos más importantes de Strazza que también esculpieron mujeres con velo. 


































Fuente: La virgen del velo de Giovanni Strazza.

martes, 20 de octubre de 2015

Marco Porcio Catón

El romano fanático que prefirió arrancarse las entrañas antes que rendirse a Julio César

La muerte de Catón, por Pierre-Narcisse Guérin

Fuente: ABC.es | 19 de octubre de 2015

Nacido en 95 a.C, Marco Porcio Catón «el joven» era llamado así precisamente por lo mucho que recordaba su carácter al de su bisabuelo, Catón «el viejo», un «hombre nuevo» considerado incorruptible, austero, patriota y defensor de recuperar las tradiciones de Roma más antiguas. Ambos, no en vano, han pasado a la historia como personajes severos y antipáticos que se opusieron a dos figuras de gran popularidad en su época –Julio César contra el joven y Cornelio Escipión contra el viejo–. Así, fue durante la campaña de África cuando comenzó su enemistad con Escipión «el Africano», el gran héroe en la guerra contra las huestes cartaginesas de Aníbal. Catón reprochaba al general «la inmensa cantidad de dinero que gastaba y lo puerilmente que perdía el tiempo en las palestras y los teatros», a lo que el Africano solía responderle «que contara las victorias, y no el dinero».

Lo cierto es que Catón «el viejo» odiaba sobre todo a Escipión por su afición al teatro, de origen griego, y por sus simpatías por las costumbres helenísticas, que consideraba depravadas y nocivas. Estimaba la higiene personal y la costumbre de afeitarse como una forma de afeminamiento, y por ello quiso poner de moda las túnicas de lana raídas y las barbas descuidadas. En el año 155 a.C, no obstante, hizo que expulsaran de Roma a los embajadores de Atenas por la mala influencia que ejercían en la vida romana y abanderó una campaña contra otra potencia extranjera, Cartago, a la que instaba una y otra vez a borrar del mapa con su famosa coletilla: «Ceterum censeo Carthaginem esse delendam» («Además opino que Carthago debe ser destruida»). Sin embargo, Catón «el viejo» no alcanzó a ver como se destruía Cartago, donde el ejército romano sembró sal en sus cultivos para que nada volviera a crecer, ni tampoco vivió como la falta de un enemigo exterior fuerte provocó que las luchas internas en la República condujeran al colapso del sistema.

Busto de Catón «el viejo»

Un siglo después, en plena crisis de la República, la figura de patriota Catón «el viejo» se recordaba todavía con nostalgia, sobre todo en su familia, donde su bisnieto se propuso emularlo. La leyenda de la terquedad de Marco Porcio Catón «el joven» vio su génesis cuando se destacó como un niño inquisitivo, aunque lento a la hora de dejarse persuadir por los demás. Según el historiador clásico Plutarco, durante una visita de Quinto Popedio Silo –defensor de la concesión de la ciudadanía romana a los pueblos de Italia– a la casa donde se criaba Catón, el político romano reclamó en tono de chanza apoyo para su causa a los niños que jugaban indiferentes alrededor de la conversación. Todos rieron, salvo Catón, que miró fijamente al huésped y se negó a responder. Popedio Silo tomó a Catón, siguiendo la broma, y le colgó sujeto de los pies por la ventana, sin que pudiera aún así arrancar en el niño el más mínimo signo temor.


Catón vs. Julio César, dos formas de ver Roma

En torno al año 65 a.C, Catón el «joven» inició su carrera política en el cargo de cuestor, un tipo de magistrado de la Antigua Roma, y lo hizo con la severidad que se esperaba de alguien cuyo nombre sigue siendo hoy sinónimo de rectitud. Según el actual diccionario de la Real Academia Española, Catón significa «censor severo», en referencia «al estadista romano célebre por la austeridad de sus costumbres».El joven romano empleó por bandera la persecución de antiguos cargos públicos que se habían apropiado de fondos públicos, indiferentemente de que muchos de ellos pertenecieran al partido del dictador Cornelio Sila con el que le unían vínculos políticos.

Durante el año en el que ejerció como cuestor, Catón sorprendió a todos por el rigor con el que se tomó su responsabilidad, cuando en realidad la mayoría de romanos consideraban su paso por este cargo como un mero trámite, logrando recuperar una gran parte del dinero robado a las arcas públicas en los tiempos de las proscripciones de Sila. Su fama de hombre recto fue en aumento con los años. No obstante, en esa eterna carrera por llamar la atención pública que era la política romana, se vio destinado a enfrentarse a Julio César –de su misma generación, y también participante en algunos de estos procesos judiciales– que representaba con su personalidad extravagante y llamativa la antítesis de Catón. Frente a la vida llena de lujos y vestimentas llamativas de César, Catón no se preocupaba lo más mínimo por su apariencia, hasta el extremo de que era habitual verle recorrer descalzo las calles de Roma, y jamás se desplazaba en carruaje o en caballo. Algo parecido ocurría en el plano sexual, mientras Julio César se elevaba como uno de los mayores mujeriegos de Roma, con numerosas relaciones extramatrimoniales en su haber, el descendiente del hombre más severo de la República nunca mantuvo ninguna relación sexual antes de casarse y, más adelante, se divorció por una infidelidad de su mujer.


Estatua de Catón de Útica, «el joven». Museo del Louvre.

Mientras Cayo Julio César se aliaba con Cneo Pompeyo y con Licinio Craso para formar lo que hoy los historiadores denominan como Primer Triunvirato –pese a que no fue más que un pacto privado sin forma política–, Catón «el joven» se elevó como el principal opositor al sistema establecido. Durante el juicio político a Lucio Sergio Catilina y sus seguidores, quienes habían intentado un golpe contra la República en el año 63 a.C, Julio César encabezó la defensa de los conspiradores en un brillante duelo dialéctico con Catón, que, a través de un estilo severo e implacable, argumentó que el único castigo posible era la pena de muerte. Tras una votación abrumadora a favor de la postura de Catón, los conspiradores fueron condenados a muerte. Sin que afectara a su prestigio, César había perdido el pulso dialéctico, pero demostrando que no era precisamente un torpe en el terreno de las palabras ni en el de la conquista.

La enemistad con César traspasó la esfera política a raíz de la prolongada relación que la hermanastra de Catón, Servilia, inició con el famoso general romano. Mientras Catón y César debatían en el Senado sobre el futuro de los participantes en la conspiración de Catilina, un mensajero entró sin hacer ruido en la sala para entregar una nota al famoso general romano. Catón aprovechó la ocasión para acusar a César de estar en comunicación secreta con los conspiradores y exigió que se leyera en alto el contenido de la nota. Para humillación de Catón, se trataba de una carta de amor de Servilia. «¡Ten, borracho!», exclamó Catón al devolverle con desprecio la carta, lo cual resultaba irónico en tanto el rígido patricio bebía mucho, mientras que César era conocido por su abstinencia.

Cicerón pronuncia su discurso contra Catilina, por el pintor Cesare Maccari

La relación con la hermanastra de Catón, de hecho, fue la que más se prolongó en el tiempo de todas las aventuras de César. «Amó como a ninguna a Servilia», afirma el historiador Suetonio sobre una relación que los años demostraron de alto voltaje. Así, el hijo de Servilia, también llamado Marco Junio Brutofue el famoso senador que dio una de las últimas y más dolorosas puñaladas a Julio César el día del magnicidio en el Senado.


Antes muerto que aceptar clemencia

Para cuando su sobrino Junio Bruto apuñaló a César, Catón llevaba muerto muchos años como consecuencia de haber tomado partido contra él en la guerra civil de 49 a. C. Durante años, el estoico senador fue la punta de lanza contra el Triunvirato, poniéndose a la cabeza de la facción de los optimates, pero a la ruptura de esta alianza a raíz de la sorprendente muerte de Licinio Craso en una campaña contra los partos, Catón concentró los ataques exclusivamente hacia Julio César, que por esos años se había elevado como el más destacado general de Roma con su intervención en la Guerra de la Galia. Finalmente, Catón y Pompeyo terminaron aliándose para conseguir declarar ilegal el mando de César y exigir que regresara a la capital para ser juzgado. De este modo, César regresó por fin en el año 49 a. C. acompañado de su decimotercera legión, pero no lo hizo ni mucho menos con la intención de entregar su mando.

Pese a que Pompeyo alardeó de que solo haría falta que diera una patada en el suelo para que brotaran legiones por toda Italia y se unieran a su causa, lo cierto es que las recientes victorias de Julio César en las Galias habían alterado las simpatías del pueblo. Cuando el bando de los optimates se vio obligado a huir de Roma, sin ni siquiera presentar batalla a César, varios senadores se permitieron la chanza de comentar que quizás había llegado la hora de que Pompeyo pateara el suelo. La guerra contra Julio César alcanzó demasiado mayor a Pompeyo, que efectivamente consiguió reunir un ejército en su querida Grecia pero no fue capaz de ganarle el duelo militar al genio emergente.

Tras la batalla de Farsalia el 9 de agosto del 48 a. C, Pompeyo y el resto de conservadores se vieron obligados a huir sin rumbo para salvar sus vidas. Catón y Metelo Escipión lograron escapar a África para continuar con la resistencia desde Útica, donde contaban con el apoyo del rey númida Juba I. Pese a estar en inferioridad numérica, Julio César salió vencedor en la batalla de Tapso, donde cerca de 10.000 soldados pompeyanos fueron masacrados cuando intentaban rendirse, lo cual ha sido interpretado tradicionalmente como que las tropas cesarianas quisieron evitar una nueva exhibición de la famosa clemencia del general romana. Debieron pensar que a esas alturas la clemencia solo podía alargar el conflicto. Metelo Escipión fue de los pocos que pudo huir a través del mar, aunque decidió suicidarse cuando fue interceptado por un escuadrón cesariano.

Grabado de los dos ejércitos enfrentados en la batalla de Tapso

Por su parte, Catón no participó en la batalla de Tapso, puesto que su papel en la guerra se limitó a la tarea secundaria de defender la ciudad de Útica, pero tuvo rápidamente noticias del desastre. El senador, que se había negado a afeitarse y a cortarse el pelo desde que había comenzado la guerra, se retiró a sus aposentos a leer el libro «Fedón», una obra filosófica sobre la inmortalidad del alma escrita por el griego Platón, y sin abandonar la lectura se clavó su espada en el estómago. Para ruina de la teatralidad, Catón «el joven» sobrevivió a la grave herida. En contra de su voluntad, un médico le limpió y vendó a tiempo. Sin embargo, en cuanto volvieron a dejarle solo se abrió las vendas y los puntos y empezó a arrancarse las entrañas con sus propias manos. Murió a los 48 años sin conceder a Julio César la ocasión de que éste le ofreciera su famosa clemencia. En este sentido, cuando César conoció la noticia del suicido de Catón exclamó con ironía: «Catón, a regañadientes acepto tu muerte, como a regañadientes hubieras aceptado que te concediera la vida».

Muerte de Catón, de Guillaume Lethiere, 1795 Museo Hermitage

sábado, 17 de octubre de 2015

Un esqueleto de 8.500 años de antigüedad descubierto en 1996

Kennewick Man: resolviendo una disputa científica

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Kennewick man

Kennewick man

Un esqueleto de 8.500 años de antigüedad descubierto en 1996en el Estado de Washington ha provocado una agria discusión entre los nativos americanos y los científicos.

Los análisis que se realizaron al esqueleto, conocido como ‘Kennewick Man’, se parecía a las poblaciones japonesas, polinesias o incluso europeas, por lo que se afirmó que no era un ancestro de los nativos americanos, lo que provocó que el esqueleto no fuera repatriado, tal y como habían pedido un grupo de nativos americanos.

Un nuevo estudio, basado en la secuencia del genoma del esqueleto ha revelado que realmente tiene más en común con los nativos americanos que con cualquier otra población del mundo. El estudio ha sido dirigido por la Universidad de Copenhague y ha sido publicado en internet en Nature.

Cuando se descubrió el esqueleto en 1996, los análisis craneales indicaban que se trataba de un euro-americano. Las pruebas de radiocarbono determinaron que la edad de los huesos eran de entre 8.000 y 9.000 años de antigüedad, por lo que se trataba de un individuo de la era precolombina. Este hecho condujo a una batalla legal por los restos del esqueleto.

Las tribus que pueblan la región donde fue encontrado el ‘Kennewick Man’ pidieron que les fueran entregados los restos para un nuevo enterramiento basándose en el que era un nativo americano y, por tanto, un ancestro para ellos. El cuerpo de ingenieros del ejército de Estados Unidos, que administra el lugar donde fue encontrado el esqueleto, estaba preparado para hacerlo.

Sin embargo, se bloqueó la operación debido a la demanda de ocho científicos que cuestionaron la identidad de nativo americano del esqueleto y provocaron revuelo acerca de su identidad. Esta demanda dañó a la comunidad antropológica en su relación con los grupos de nativos americanos y desencadenó una división entre la comunidad científica. La disputa legal terminó en 2004 con un fallo a favor de un estudio más detallado, ese estudio fue publicado en 2014.

‘Kennewick Man, un ancestro americano.

El estudio realizado en 2014 incluyó análisis isotópicos y anatómicos y se concluye que el esqueleto se parece a las poblaciones pacíficas de Japón y la Polinesia y también tiene rasgos morfológicos europeos, lo que refuerza la tesis de que es anatómicamente distinto de los nativos americanos.

Sin embargo, el estudio no incluye análisis de ADN, lo que hubiera provocado que se realizase un nuevo estudio de la secuencia del genoma. El director del estudio es un genetista y profesor de la Universidad de Copenhague, que ha comentado lo siguiente:

Comparando la secuencia del genoma del esqueleto con el genoma de poblaciones humanas actuales de todo el mundo, se muestra claramente que los nativos americanos de hoy son claramente sus parientes más cercanos.

El rechazo de la hipótesis

Otros científicos han rechazado la hipótesis de que el esqueleto estuviera emparentados claramente con los nativos americanos. Morten Rasmussen, investigador del ‘Centre for GeoGenetics’, ha comentado que el ADN estaba demasiado degradado como para llegar a ese tipo de conclusiones. Ramus Nielsen, profesor de la Universidad de California (Berkeley) afirma que es muy difícil emparentar unos restos humanos de tanta antigüedad.

martes, 13 de octubre de 2015

Las crueles torturas de los caníbales aztecas a la caravana de Hernán Cortés

Corría julio de 1520 cuando una tribu de aztecas, ávidos de derramar la sangre de los conquistadores que acababan con su pueblo a espada y arcabuz, capturó una caravana que provenía de Veracruz con más de 550 personas. Una buena parte de las mismas eran españoles que acudían a reunirse con Hernán Cortés en Tenochtitlán, la capital de este imperio americano. Los nativos fueron sumamente crueles pues, en los meses siguientes, sacrificaron a hombres, mujeres y niños a sus dioses de formas impensables para pedirles que expulsaran a aquellos monstruos barbudos de su hogar. Según las crónicas, todos murieron.

Aunque esta historia parece propia de una película de ciencia ficción, lo cierto es que se corresponde con la narración de unos hechos que acaecieron durante la conquista del futuro México por parte de Cortés y sus hombres. Sin embargo, cinco siglos después vuelve a estar de nuevo de moda gracias a Enrique Martínez -del Instituto Nacional de Antropología e Historia- quien, junto a su equipo, acaba de hallar los restos de varios reos de estos nativos cerca de Texcoco (en México D.F.). El descubrimiento denota que los presos estuvieron vigilados durante más de un año por los acolhuas(nativos que habitaban la región y eran aliados de los aztecas) y que fueron sometidos a todo tipo de torturas.

Concretamente, el descubrimiento ha sido realizado dentro del «Proyecto Arqueológico Zultépec-Tecoaque», una investigación que lleva más de dos décadas activa y en el marco de la cual se encontraron en 2006 más de 10.000 objetos relacionados con el pueblo en el que se llevó a cabo esta masacre (conocido en su momento como Zultépec). En la actualidad han clasificado más de 15.000, entre los que se destacan restos que solo pueden prevenir de la vieja Europa. 

Los trágicos hechos

Según explicaron el cronista Fray Bernardino de Sahagún y el propio Cortés en sus escritos (este último, en sus «Cartas de relación», textos en los que el extremeño relata a Carlos V sus aventuras en México), estos trágicos sucesos se sucedieron en junio de 1520. 

Tal y como afirma el experto en la civilización maya Éric Taladoire en su dossier «La guerra de dos mundos», por aquellos días salió de la ciudad de Veracruz (al sur oeste de México) una caravana compuesta por 550 «españoles, indígenas, negros, mulatos y mestizos» en dirección a Tenochtitlán, hacia donde se dirigía Cortés con sus hombres para derrocar al azteca Moctezuma. A su vez, la comitiva se completaba con algunos aliados indígenas aliados de los conquistadores (destacandototonacos y tlaxcaltecas).

En palabras del investigador, estaban bajo el mando de Juan de Alcántara y eran miembros del contingente de Pánfilo de Narváez. La caravana -en la que se destacaban también mujeres (50 en total) y niños (10 de hasta tres años)- fue sin embargo atacada por los guerreros de Texcoco, los cuales capturaron también a los animales que iban con ellos, los primeros que habían llegado hasta entonces de territorio europeo. 

Los prisioneros fueron trasladados al poblado de Zultépec, donde les mantuvieron presos seis meses para sacrificarles paulatinamente a sus dioses en sus diferentes fiestas indígenas. En palabras de Martínez, el principal de estos rituales fue el ofrecido a Huizilopochtli -el dios de la guerra-; aunque tampoco fue nada desdeñable la matanza que se produjo en la ceremonia en honor a Izcalli, la deidad del fuego.

Las crueles torturas a los conquistadores

Según determina Martínez, las torturas a las que fueron sometidos los miembros de esta caravana fueron brutales. Para empezar, y según acaba de descubrir, una buena parte de los supervivientes fueron separados y confinados en varias «habitaciones» de este pueblo. La finalidad: que no pudiesen comunicarse. Con todo, el experto considera que no fueron usados como esclavos, tan solo como meras ofrendas a los dioses con el objetivo de aplacar la ira que los conquistadores traían sobre su región.

En la festividad en honor de Huizilopochtli se vivió uno de los momentos más trágicos, pues fueron asesinados 9 hombres mesoamericanos y 9 mujeres embarazadas (un requisito indispensable). La forma en la que murieron ha generado controversia estos últimos años. La mayoría de los expertos abogan porque en esta celebración los aztecas abrieron sus pechos y se comieron sus corazones, pues era la pieza mejor considerada de todo el cuerpo humano. No obstante, esta teoría no es seguida por otros investigadores como la arqueóloga Ximena Chávez, quien cree que fueron decapitados. Según determina, los mexicas no solían recurrir tan habitualmente como se quiere hacer pensar a meterse entre pecho y espalda carne humana.

Luis Pancorbo López, en su obra «El banquete humano: una historia cultural del canibalismo», es seguidor de la primera teoría. «Los aztecas no dejaron apenas hueco en el tema caníbal. En los 18 meses de 20 días que tenía su calendario, aparte de cinco días vacíos, dos meses eran los más propicios para los sacrificios: el mes XIII […] consagrado al dios Tláloc conabundantes sacrificios humanos; y el mes X […] que celebraba la caída de la fruta con grandes sacrificios humanos», determina el investigador. A su vez, este divulgador histórico es partidario de que, en base a los hallazgos de Martínez, la carne fue cortada con cuchillos de obsidiana, hervida y, posteriormente, comida. 

Hernán Cortés

Y es que, después de investigar durante 20 años la zona, Martínez cree que la teoría del canibalismo es la más creíble: «Los sacrificados se elegían en pareja, se les extraía el corazón y sus cuerpos eran tirados por las escaleras del templo ceremonial. Y una vez abajo, desmembrados y cocidos, y algunos de su huesos, repartidos entre los nobles y guerreros sus cráneos eran colocados en el 'tzompantli'", o altar de calaveras». 

De la misma opinión es Taladoire: «Los hallazgos incluyen elementos como huesos humanos hervidos, lo que hace pensar que los integrantes de la caravana capturada fueron víctimas de canibalismo ritual. Otros de los restos como las calaveras fueron exhibidos por los mexicas y texcocanos a manera de mensaje de advertencia para los invasores».

Martínez se atreve también a aventurar (pues no tiene pruebas de momento para ello) que las cabezas de los asesinados (tanto hombres como mujeres y niños) fueron clavadas en estacas y puestas en los alrededores del poblado como una advertencia a los conquistadores españoles. Esta práctica era denominada tzompantli y se completaba dejando las testas en una empalizada de madera. Todo ello habría sucedido después de que los rituales acabasen definitivamente en marzo de 1521.

Con todo, esta triste historia no terminó en este punto, pues Cortés envió a su soldado más fiel, Gonzalo de Sandoval, a destruir el poblado. Este, junto a varios soldados españoles, arrasó el asentamiento sin poder liberar a ningún preso, pues todos habían sido asesinados. La mayoría de nativos (incluyendo también mujeres y niños) fueron pasados por la espada. Con todo, algunos fueron preservados como esclavos. 

Los militares tampoco tuvieron piedad con las estatuas levantadas en honor a los dioses por los mexicas, las cuales decapitaron. A los pocos años, y debido a lo que vieron allí los hombres de Hernán, el lugar fue bautizado como Tecoaque (término que se puede traducir como «El lugar en el que se los comieron»).Hernán Cortés

Y es que, después de investigar durante 20 años la zona, Martínez cree que la teoría del canibalismo es la más creíble: «Los sacrificados se elegían en pareja, se les extraía el corazón y sus cuerpos eran tirados por las escaleras del templo ceremonial. Y una vez abajo, desmembrados y cocidos, y algunos de su huesos, repartidos entre los nobles y guerreros sus cráneos eran colocados en el 'tzompantli'", o altar de calaveras». 

De la misma opinión es Taladoire: «Los hallazgos incluyen elementos como huesos humanos hervidos, lo que hace pensar que los integrantes de la caravana capturada fueron víctimas de canibalismo ritual. Otros de los restos como las calaveras fueron exhibidos por los mexicas y texcocanos a manera de mensaje de advertencia para los invasores».

Martínez se atreve también a aventurar (pues no tiene pruebas de momento para ello) que las cabezas de los asesinados (tanto hombres como mujeres y niños) fueron clavadas en estacas y puestas en los alrededores del poblado como una advertencia a los conquistadores españoles. Esta práctica era denominada tzompantli y se completaba dejando las testas en una empalizada de madera. Todo ello habría sucedido después de que los rituales acabasen definitivamente en marzo de 1521.

Con todo, esta triste historia no terminó en este punto, pues Cortés envió a su soldado más fiel, Gonzalo de Sandoval, a destruir el poblado. Este, junto a varios soldados españoles, arrasó el asentamiento sin poder liberar a ningún preso, pues todos habían sido asesinados. La mayoría de nativos (incluyendo también mujeres y niños) fueron pasados por la espada. Con todo, algunos fueron preservados como esclavos. 

Los militares tampoco tuvieron piedad con las estatuas levantadas en honor a los dioses por los mexicas, las cuales decapitaron. A los pocos años, y debido a lo que vieron allí los hombres de Hernán, el lugar fue bautizado como Tecoaque (término que se puede traducir como «El lugar en el que se los comieron»).



viernes, 9 de octubre de 2015

Descubren restos de compañeros de Hernán Cortés sacrificados por los aztecas

Actualizado 09/10/2015 14:15:17 CET

   MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Arqueólogos mexicanos han descubierto restos de prisioneros sacrificados en rituales, pertenecientes a una caravana a las órdenes de Hernán Cortes durante su conquista del Imperio Azteca.

   Los hallazgos se realizaron dentro Proyecto Arqueológico Zultépec-Tecoaque. Los restos fueron hallados en unidades habitacionales del sitio acolhua perteneciente al señorío de Texcoco. Es donde los indígenas acolhuas sacrificaron a las 550 personas que integraban una caravana que acompañaba al militar español en su camino para conquistar Tenochtitlan.

   La exploración en las áreas habitacionales deja ver que los integrantes de esa caravana fueron repartidos en diferentes conjuntos de aposentos, tal vez con la finalidad de que los acolhuas --alíados de los aztecas-- los vigilaran, detalló Enrique Martínez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Resaltó que en este caso no se puede usar el concepto de esclavitud, porque no hay indicios de ello, sólo es posible inferir que el grupo estuvo en cautiverio para ser sacrificado.

   En los espacios habitacionales se encontraron los restos de los miembros de la caravana con señas de haber sido inmolados en diferentes rituales que se llevaron a cabo a lo largo de seis meses para conmemorar diversas festividades marcadas en el calendario mexica, como la celebración de Panquetzaliztli, la más importante dedicada a Huitzilopochtli. Por estudios de antropología física y los objetos asociados, se sabe que los sacrificios localizados en la plaza Central se llevaron a cabo en honor a Huitzilopochtli, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl; los de la Sur, a deidades relacionadas con eventos agrícolas.

   El especialista del INAH-Tlaxcala calcula que todos los miembros de la caravana fueron inmolados. Algunos se colocaron en un tzompantli, con otros se elaboraron huesos trofeo para ser colocados en los espacios habitacionales.

   La finalidad de las inmolaciones, explica Enrique Martínez, fue pedir la protección de las deidades frente a la llegada de gente extraña. La distribución de los cuerpos remite a mitos mesoamericanos de origen, lo que habla de la angustia que vivieron al enfrentar al conquistador. El sitio muestra que la Conquista no fue fácil. El episodio en Tecoaque habla de algo inédito en la historia de México porque no hay evidencias arqueológicas que revelen una resistencia.

   Enrique Martínez recuerda que los estudios han revelado la presencia de personas de diferentes razas, no sólo españoles: negros, zambos y mulatos, que con seguridad fueron traídos por Cortés desde Cuba, donde las razas ya se habían mezclado. Así como de mesoamericanos que se fueron adhiriendo a la caravana, principalmente totonacos y tlaxcaltecas. Destaca la presencia de cerca de 50 mujeres adultas, unos 10 niños de meses hasta los tres años de edad y animales europeos.

   Enterado Hernán Cortés de la matanza de su gente, dio instrucciones a Gonzalo de Sandoval de destruir Tecoaque. El asentamiento quedó devastado. Los acolhuas huyeron y algunos fueron alcanzados y matados.

   Las evidencias arquitectónicas se suman a los vestigios de materiales descubiertos en temporadas pasadas. Hasta este momento, el trabajo de gabinete ha clasificado 15.000 objetos. Entre los vestigios destacan decenas de cabezas de figurillas de cerámica que fueron degolladas; unas tienen fisonomía hispana ((arriba, en la imagen)), otras rasgos negroides; una escultura miniatura representa un ángel y otra con un rostro de un demonio con cuernos de cabrío.

 

martes, 6 de octubre de 2015

Antropólogos "reconquistan" al Estado Islamico un yacimiento Neanderthal en Irak

Antropólogos 'reconquistan' al Estado Islámico un yacimiento neandertal en Irak

Actualizado 05/10/2015 13:26:24 CET

MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

   La cueva Shanidar, en la región montañosa del norte del Kurdistán iraquí, es una ventana única en su tipo para esclarecer la vida de los neandertales.

   Excavada en los años 1950 y 1960, y habitada entre hace 65.000 y 35.000 años, los restos encontrados sugieren que los antiguos parientes humanos atendían a los enfermosenterraban ceremonialmente a sus muertos y libraron conflictos violentos.

   En el verano de 2014, el arqueólogo Graeme Barker de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, dirigió un equipo en Shanidar para llevar a cabo las primeras excavaciones de la cueva en décadas. Pero en agosto, un avance en la zona de los yihadistas de DAESH obligó a los investigadores a abandonar la excavación y salir de Irak.

Los yihadistas llegaron a 40 kilómetros de la ciudad de Erbil - la capital de la provincia en la que se encuentra Shanidar - antes de que los ataques aéreos estadounidenses les repelieran, informa Nature.com.

   El mes pasado, con el apoyo de la Dirección de Antigüedades de Kurdistán, el equipo de Barker volvió a Shanidar y completó una excavación de tres semanas que pretende arrojar nueva luz sobre los neandertales que una vez habitaron en la cueva.

   Shanidar es un sitio emblemático en la prehistoria mundial, en particular debido a los enterramientos neandertales encontrados allí hace 60 años por el antropólogo Ralph Solecki.

   Uno de los cuerpos fue gravemente herido en vida, pero murió más tarde en la vejez, y por lo tanto debe haber sido atendido por la comunidad. El otro hallazgo muy famoso fue el polen hallado alrededor de uno de los cuerpos, que se interpretó como evidencia de que los neandertales habían traído flores para oficiar un entierro. Así, Shanidar y sus enterramientos neandertales contribuyen a grandes debates sobre la vida, cultura y muerte de los neandertales.

   La nueva expedición de Graeme Barker se ha dedicado a dilucidar la edad en que los neandertales habitaron la cueva con métodos de datación que no estaban disponibles hace 60 años, para tratar de resolver las preguntas sobre los entierros. También se quiere profundizar en el dilema de la desaparición de estos parientes de los humanos modernos.


lunes, 5 de octubre de 2015

El Estado Islámico destruye con explosivos el Arco del Triunfo de Palmira

El Estado Islámico destruye con explosivos el Arco del Triunfo de Palmira

 05/10/2015 9:03:56 CET

DAMASCO, 5 Oct. (Reuters/EP) -

   El grupo yihadista Estado Islámico ha destruido con explosivos el Arco del Triunfo de Palmira, un monumento con cerca de 2.000 años de antigüedad, según ha informado el jefe de Antigüedades de Siria, Maamun Abdulkarim.

   Abdulkarim ha indicado en unas declaraciones a la agencia británica de noticias Reuters que fuentes de Palmira han confirmado que el arco, una de las joyas de lacolección de ruinas en la ciudad del oasis, ha sido destruido.

   "Es como si hubiera una maldición que ha caído sobre esta ciudad, y sólo espero noticias que nos conmocionen. Si la ciudad sigue en sus manos, está condenada", ha dicho.   "Ahora hay una destrucción sin sentido (...) sus actos de venganzaya no están motivados ideológicamente, porque están destruyendo edificios que no tienen un significado religioso", ha explicado Abdulkarim.

   En agosto, los milicianos extremistas destruyeron el templo de Baal Shamin, uno de los mejor preservados. Este mismo mes, el grupo ha destruido algunas de las torres funerarias mejor preservadas.

   Palmira era uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo, según laOrganización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que la describió como un punto de encuentro de múltiples civilizaciones.


sábado, 3 de octubre de 2015

La caída de Constantinopla

La caída de Constantinopla

02/10/2015 • Por admin

La caída de Constantinopla, tras resistir tres cercos en 1391, 1396 y 1422, acontenció el 29 de mayo de 1453, cuando el gran cañón otomano abrió una brecha en la hasta entonces inquebrantable triple muralla bizantina, erigida por Teodosio II.

La caída de Constantinopla

La situación de la otrora lujosa urbe en 1453 era lamentable. De las casi 500.000 personas que la llegaron a habitar, apenas quedaban 40.000. El sitio otomano hacía muy difícil obtener alimentos, y donde antes imperaban las casas lujosas y los palacios, ahora había pequeños huertos de cultivo cuidados por los supervivientes para paliar el hambre, entre los escombros de lo que habían sido barrios enteros. Las vacas campaban en lo que había sido el Gran Palacio, y los aristócratas ya habían escapado de la ciudad, lo que unido a la peste que azotó a Constantinopla en 1448, dejaba una miserable visión de lo que había sido la mas grande capital imperial.

La caída de Constantinopla

Situación de la ciudad. La caída de Constantinopla

Una serie de malos presagios vino a desmoralizar aún mas a la población. Una profecía decía que la ciudad resistiría mientras la luna brillase, por lo que el eclipse lunar de la noche del 24 de mayo causó gran pesar, mientras que en una procesión, la imagen de la Virgen María cayó al suelo para consternación de todos.

La caída de Constantinopla

El sultán Mehmed II. La caída de Constantinopla

El Gran Cañón y el asalto

En la mañana del 29 de mayo, los mercenarios europeos al servicio de los otomanos iniciaron el asalto, pero la ciudad resisitió el mismo durante dos horas. Fue entonces cuando el sultán Mehmed II ordenó armar el Gran Cañón, al tiempo que 80.000 soldados encabezados por los temidos jenízaros asaltaban la muralla.

La caída de Constantinopla

El Asalto. La caída de Constantinopla

El comandante de las tropas bizantinas, el genovés Giovanni Giustiniani Longo fue gravemente herido, lo que desmotivó a sus tropas, moral que ni el mismo emperador Constantino XI Paleólogo pudo recuperar al acudir en persona a las murallas, donde luchó hasta la muerte tal y como había prometido. Los cañones de gran calibre de los otomanos dispararon a la base de la muralla bizantina, abriendo un boquete de grandes dimensiones, que los defensores (menos de 8.000 soldados para defender la inmensa triple muralla que contaba con 300 torres defensivas), ya no pudieron ni rellenar ni defender.

La caída de Constantinopla

El Gran Cañón. La caída de Constantinopla

El Gran Cañón pesaba unas 9 toneladas. Había sido fundido en Adrianópolis por el ingeniero húngaro Orbón, que cosas del destino, primero ofreció sus servicios a los bizantinos, y al ser rechazado, se los ofreció a los otomanos. Hicieron falta 100 hombres y 15 pares de bueyes para trasladarlo hasta Constantinopla. Su longitud era de 8 metros de largo con un grosor de 20 centímetros y su diámetro era de 80 centímetros en la culata hasta los 240 centímetros en la boca. Los proyectiles que lanzaba pesaban 850 kilogramos, y su alcance era de 1,6 kilómetros,mientras que el ruido de sus disparos se podía escuchar en 15 kilómetros a la redonda. Los cañones del siglo XV pudieron con la muralla del siglo V.

La caída de Constantinopla

Restos de la triple muralla. La caída de Constantinopla

Mehmed II entró en la conquistada ciudad por la tarde, ordenando que la inmensa catedral de Santa Sofía fuese convertida en mezquita, mientras sus tropas, entregadas al pillaje, cometían toda clase de brutalidades con la población durante tres largos días. Mehmed II consiguió hacer realidad su sueño de conquistar la urbe y convertirla en la capital de su imperio y en la perla del Islam.

La caída de Constantinopla

El Saqueo. La caída de Constantinopla

Consecuencias de la caída de Constantinopla

La caída de Constantinopla fue un duro golpe para la Cristiandad, pero también tuvo consecuencias para el comercio, ya que las rutas hacia la India y China quedaron bloqueadas por los otomanos. La búsqueda de caminos alternativos hacia las especias y artículos de lujo, llevó a Portugal y a Castilla a iniciar su expansión oceánica, los primeros circunnavegando África y los segundos financiando a Cristóbal Colón, con las consecuencias que todos conocemos.