Este yacimiento, descubierto en 1982 e integrado por 13 paneles, se emplaza en el cauce del Barranco de Las Canales, junto a una pequeña cueva próxima a un punto de abastecimiento de agua (ere). A su vez, se enmarca en una zona de pastoreo en época indígena, tal y como han puesto de manifiesto los hallazgos arqueológicos (paraderos pastoriles en las inmediaciones). Por su ubicación, el yacimiento constituye una excelente plataforma natural desde la que controlar el ganado. En este sentido, en la base de la cueva que sirve de soporte a los petroglifos, se documentan cuatro pequeñas cavidades que fueron ocupadas temporalmente en época indígena, al menos durante la Fase Cerámica IV.
Algunos investigadores sugieren que antes de este uso pastoril, y por tanto cuando las manifestaciones rupestres aún tenían su significado mágico-religioso, El Cementerio pudo funcionar como una especie de santuario al que acudían los antiguos palmeros a celebrar sus ritos. En este sentido, la temática (meandriformes, semicírculos concéntricos, espirales o grecas) y la técnica (picado y abrasión) de las representaciones permite argumentar que la mayor parte de los motivos fueron ejecutados a lo largo de la Fase Cerámica III. La preponderancia de estos motivos geométricos en los yacimientos de La Palma puede explicarse por el hecho de que las rogativas de los indígenas tampoco fuesen demasiado variadas (obtención de agua para las cosechas, pasto para el ganado…).
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