Este yacimiento se emplaza en una zona arqueológica en la que también se documenta una estación de canales y cazoletas. Los motivos rupestres se concentran en dos sectores de ocho y seis paneles, en los que se grabaron mediante incisión quince líneas de escritura latino-canaria, así como tres líneas líbico-bereberes y algunos signos sueltos de esta última escritura.
La presencia de escritura latino-canaria implica que las poblaciones imazighen norteafricanas que estaban influenciadas por la cultura y escritura romana, introdujeron en Lanzarote (y también en Fuerteventura, donde se ha documentado esta escritura), un segundo tipo de inscripciones alfabéticas. El hecho de que los paneles sean bilingües pone de manifiesto que el autor de esta escritura tenía conocimiento y control de ambos alfabetos. Posiblemente procedía de un territorio emplazado dentro de los límites del Imperio Romano, utilizó la escritura propia de los imazighen y aprendió una segunda al entrar en contacto con los romanos.
Entre las líneas latino-canarias documentadas en Lanzarote y Fuerteventura podemos encontrar nombres personales que son perfectamente conocidos en las inscripciones norteafricanas: Anibal, Nufel, etc. Los imazighen romanizados escribieron su nombre en caracteres latinos y añadieron su filiación en caracteres líbico-bereberes: se sentían copartícipes de la cultura y del sistema romano pero al mismo tiempo apegados a su origen amazigh.
En el caso concreto de Tenésera se ha documentado el topónimo o antropónimo Masidya, escrito en latino-canario. En el panel inferior derecho que se observa en la imagen, es posible que ambas grafías recojan el mismo término, relacionado con Venus, pero no la misma transliteración.
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